jueves, 12 de junio de 2014
Alguien dijo en una ocasión que las palabras no dichas perecen en la nostalgia del olvido. De ahí la importancia de plasmarlas, leerlas y adoptarlas. Os animo a tod@s aquell@s que hayáis sentido la necesidad de hacerlo a no posponer la decisión. Yo así lo hice, y aquí os dejo el enlace hacia resultado de tal atrevimiento. Jesús
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